martes, 19 de febrero de 2013


Úuuultimo diálogo de vacaciones – y con…. Sí, señoras y señores: Chochi! (e, inevitablemente, con VD!) (Ver diálogos con vecino desconocido) (10/02/2013)

Estoy dando mi última vueltita por los alrededores y pensando que voy a extrañar esta tranquilidad. De pronto escucho:
VD: “HOLA!” De una quinta que tiene el portón abierto aparece el ‘amo’ de Lady haciéndome señas para que entre. Dudo, pero no puedo dejar de ver si puedo conocer a Chochi.
Yo: “Cómo le va? Vivíamos cerca, al final.”
VD: “Pase, pase. Venga al solárium (No! Si es de terror!) que le presento a Chochi” (Síiii! Por fin!) Espero encontrar a Chochi desparramada en un sillón tomando sol, pero veo una señora más o menos de mi edad pero un poco más rellena que yo (sí, ya sé, ¿Quién NO es más rellena que yo?) pasando el limpiafondo en la pile.
VD: “CHOCHI! VENÍ QUE TE PRESENTO A ALGUIEN!” (A los gritos aunque nos separa una corta distancia – será sordo? O Chochi será sorda?) Lady está tirada a la sombra y apenas levanta la cabeza. Parece que me reconoce y, sin mover ningún otro músculo, mueve la cola por compromiso.
Chochi me da la mano y se disculpa por estar tan transpirada.
VD: “Le digo! Le digo que no pase el limpiafondo a esta hora! Todavía hace calor!”
Chochi lo mira y años de matrimonio me permiten entender que la mirada quiere decir: ‘Entonces pasalo vos, y LPQTP!’. Pero solo esboza una sonrisa condescendiente – como quien mira a un niño  que dice una boludez.
Ch: “Toti me dice que tiene una quinta muy linda” (‘Toti’? Ah! Bué! Y qué buena es editando el discurso de ‘Toti’ que debe haber criticado lo poco que vio de mi casa!)
Yo: “Trato de mantenerla bien. Pero es mucho trabajo.”
CH: “Dígamelo a mí!” ( O sea: Toti pasea a Lady y yo laburo a lo loco!) Al instante, y quizás pensando que su comentario es demasiado revelador, agrega: “Venimos acá porque Toti necesita descansar – trabaja todo el año - y como no le gustan los trabajos de la quinta  tenemos un jardinero…” (Ajá, pero no quien limpie la pile, eh?)
Yo: (Promoviendo ‘la rebelión en la granja’) “Creo que la pileta es lo peor. Cada cuánto la limpia?” (No pienso usar el plural!)
VD: (Antes de que Chochi abra la boca) “Bueno. Somos dos y como Lady no se mete, la limpiamos poco” (dos flashes mentales: 1- usa el plural como el mosquito que va sentado arriba del buey y dice ’aramos’, y 2- me vuelve a enrostrar que dejo que Betún se meta a la pile.)
CH: (Con asomo de rebeldía) “Pero todas las semanas hay que limpiarla igual, y si hay viento…”
Yo:  (Antes de que Toti se meta, y casi dándole la espalda para quedar frente a Chochi.)  “El viento es lo peor. Y si no tiene cubrepileta…” (Tomá Toti! Vos tendrás ‘solarium’, pero yo tengo cubrepile!)
CH: “Yo pensé en eso, pero Toti me convenció que era un gasto inútil.” (Esta vez no hay dudas – el tono de voz indica una clara crítica.)
Toti menea la cabeza pero no dice nada, tal vez porque las dos miramos los álamos plateados del frente que en días de viento le deben cubrir la pile de hojas. Creo que Chochi se anotó un punto, pero agrega: “Y tiene razón … con todos los gastos que hay para mantener una quinta…”
Viendo que el germen de la rebelión no ha prendido, empiezo a despedirme.
CH: “Qué lástima que no se quede más. Podríamos salir a caminar juntas o tomar unos mates a la tardecita.”
VD: “Ja! Por eso querés sacar a pasear a Lady, eh? Ya te veo volviendo a la noche de tantas paradas a charlar que harías! Ja ja! Y además tu presión…”
Yo: “Bueno, por eso necesitaría las ‘paradas’! ja ja!” (Evito decir que además Chochi necesita contacto con otro ser humano – bué – con otro ser – que no sea Toti!)
Chochi me acompaña hasta el portón y ‘Toti’ va a joderle  la vida a la pobre Lady.
Nos despedimos y vuelvo a  lamentar no quedarme más – tanto por mí como por Chochi.

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