martes, 19 de febrero de 2013


Diálogo con vecino desconocido (2) (En realidad ya no desconocido) y su mascota Lady. (22/01/2013)

Estoy volviendo de dar un paseo – agradable porque la arena está mojada, aunque el tiempo está pesado como vaca alzada – y un poco frustrante porque no he tenido ninguna charla para informar en FB. De pronto, doblando una esquina aparecen …. Sí! Lady (la Batata) y su dueño!!! (Parece que ya se aclimató –el amo, no el can – así que viste bermudas, remera al tono y zapatillas que si eran blancas, ya están tono ‘arena’)

V: “Buenas tardes.”
Yo: “ Cómo le vá? Hola Lady!” (Más entusiasmo para el can que para el humano)
V: “Todo bien. Está lindo ahora, no?” (Si a vos te parece!  30º y sol después de lluvia, además de la presión que está más baja que cotización del peso argentino en el exterior!) Lady me mira y parece estar en todo de acuerdo conmigo. “Estamos dando el paseo diario. ¿No, Lady?” (La verdad, los efectos de los paseos se notan más en Lady que en su dueño!)
Yo: (Le rasco la oreja derecha – al can, por supuesto) “Es hermosa y también parece muy cariñosa” (Para qué hice el comentario!)
V: “Más cariñosa que mi mujer!” Y se larga una carcajada que espanta los pájaros del árbol bajo el cual estamos parados. Lady me mira como diciendo: ‘Ay! Mis oídos!’ Y yo pienso que Lady tiene suerte de ser perra y no la Sra. del susodicho. “Siempre le digo a Chochi (Noooooooo! No puede llamar así a su mujer!) que Lady es una Geisha reencarnada” (¿Escuché bien o la baja presión me está afectando?) “Le digo que se ponga patas para arriba para rascarle la panza, y lo hace. Le tiro algo para que lo busque, y lo busca. Le digo ‘besale la mano a papi’ y me lame la mano!” (No sé si largarme una carcajada o vomitar! Debe ser la baja presión!) Lady me mira como diciendo: ‘Y sí, lo que hay que hacer para morfar!)
Yo:  (Temiendo continuar la conversación en esta vena con la presión tan baja) “Bueno, que disfruten el paseo!” (Lady me mira como diciendo: ‘Hipócrita!’ y realmente me siento mal por ella). “La presión está un poco baja, así que mejor sigo.”
V: “Quiere algo para la presión? Chochi también sufre de presión baja. Tengo de todo en casa”(Más bien creo que Chochi debe sufrir de ‘Depresión’)
Yo:  “No. Gracias. Hay que sentarse a esperar la tormenta no más.” (Ay! ¿No puedo decir algo  que corte la conversación?)
V: “Quedarse sentado es lo peor!”(¿Será médico?) “Siempre que a Chochi le baja la presión, la meto en la pileta” (Deducciones  instantáneas: NO es médico y acabo de escuchar un plan de asesinato de la pobre Chochi, me parece)
Yo: “Ah! Bueno, entonces me voy a la pile.” (Lady me mira como diciendo ‘Mentirosa!’) “Hasta luego!”
V: “ Y cómase unos terrones de azúcar!”, me grita. Lo saludo con la mano y los dejo parados bajo el árbol.

Sigo – haciendo eses – no por la presión u otra cosa que se estén imaginando – sino para ir de sombra en sombra, y pienso: Primero, quién tiene terrones de azúcar en su casa?!! Segundo, ¿y si fuera diabética? Tercero: no hay cosa más peligrosa que alguien que cree saberlo todo. 

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