jueves, 21 de marzo de 2013


Díalogo con ‘mi otro yo’ al día siguiente del día internacional de la felicidad

Yo: “Pero mirá vos! Ayer fue el día internacional de la felicidad!”
MOY: “Y seguimos con los días internacionales de las boludeces!”
Yo: “La felicidad no es una boludez, como vos decís. ¿Y no podés mejorar tu vocabulario un poco?”
MOY: “A que no sabés que ‘felicidad’ quiere decir ‘estado de ánimo del que disfruta de lo que desea’? Si es así, no muchos son felices!”
Yo:(Sarcásticamente) “¿Buscaste la definición en Wikipedia?”
MOY: “No, en ‘wordreference.com’. Yo sí me fijo si las palabras que uso significan lo que creo. Y ‘boludez’ significa lo que yo creo que significa!” (No la iba a dejar pasar!)
Yo: (Constatando en el sitio lo que MOY menciona) “Ajá! Pero vos mirás sólo la primera acepción de la palabra! Fijate la segunda: ‘satisfacción, alegría o contento’.”
MOY: “Es lo mismo. Por qué más vas a sentir satisfacción, alegría o contento sino por disfrutar de lo que deseás?”
Yo: “¿Por qué tenés que enredar todo? ¿Naciste discutidora? ¿O te hiciste jodida con los años?”
MOY: “¿En serio querés que te conteste?” (Para nada velada amenaza que surte efecto)
Yo: “No. Dejá no más. (Y me apuro a seguir) Pero fijate que relacionan la felicidad con el bienestar físico. Parece que si estás contento, sos más fuerte contra las enfermedades! Interesante, no?”
MOY: “Me imagino que no pensarás que porque vivís riéndote, el pucho no te va a afectar los pulmones, no?” (Pero qué HDP!)
Yo: (Ya más que enojada)“¿Sabés qué? Creo que si me deshiciera de vos, sería más feliz!”
MOY: “Ummm. A lo mejor. Pero acordate de la famosa cita de Tolstoi: ‘el secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace’.”

Y como de costumbre, se queda con la última palabra!

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