miércoles, 30 de abril de 2014

Diálogo con empleada de obra social.

Después de esperar en una cola unos 15 minutos, ingreso a una oficinita y me siento en la correspondiente silla.

EOS: “Buen día. ¿En que la puedo ayudar?”
Le explico el trámite que deseo realizar – un reintegro por compra de ‘órtesis’. (Calma, calma, mi querido lector/ra. Va nombre vulgar de estas órtesis en particular: ‘plantillas’)
EOS: “Bien. Tiene que darme fotocopia del carnet, fotocopia del último recibo de sueldo, fotocopia de las dos primeras hojas de su documento, la receta del médico, la boleta por la compra y fotocopia de su CBU.”
Yo: “Eh… No tengo fotocopia del carnet, de mi documento, ni del CBU. Perdón, pero para qué fotocopia del carnet?”
EOS: (Con gran paciencia que se ve que ejercita con cada una de las personas que se sientan en la silla frente a su escritorio) “Me lo piden en Reintegro.” (O sea, ‘no tengo idea para qué, pero me lo piden y yo se lo pido’.)
Yo: “Realmente no entiendo para qué lo del carnet. En realidad no entiendo para qué todo eso.”
EOS: “Será (o sea, ‘voy a ensayar una hipótesis porque yo tampoco tengo la más pálida idea para qué’) para constatar que es afiliada.”
Yo: “Disculpame que sea tan tonta. Pero… que me pidan el último recibo lo entiendo – tienen que ver si el descuento de la obra social está ahí. Ahora, el recibo de sueldo tiene mi nombre, documento y número de CUIL, ¿así que para qué la fotocopia del carnet y el documento? Con que los muestre sería suficiente, ¿no?”
EOS: (Evitando contestar – o no tiene respuesta, o la respuesta sigue una lógica que el común de los mortales no entendería) “Acá al lado hay un cajero. Saque su CBU ahí. Después vuelve y le saca fotocopia porque el papelito del cajero se borra y no me lo reciben." (Entiendo que nuevamente se refiere a ‘Reintegros’, aunque no entiendo dónde está eso ¡porque esta oficina se llama así- Reintegros!) "Y de paso, saque las otras fotocopias en planta baja. Una vez que me traiga todo eso le inicio el trámite.”
Allá parto, papeles en mano, desando los tres pisos, y después de más de media hora y dejar el ‘órtesis’ en la fotocopiadora – ¿en qué imprimen, en papel con hilos de oro? – los ‘escalo’ nuevamente. Esta vez tengo más espera frente a la oficina porque en mi ausencia se ha formado una cola respetable.
Yo: (Entrado y sentándome nuevamente) “Bueno. Acá estoy de nuevo.” (Me mira y me doy cuenta que no se acuerda de mí) “Estuve hace un rato para_”
EOS: “Sí. Sí. Me acuerdo. Cómo se tardó, ¿eh?” (¡Pero y la PMQTP!) “A ver, a ver.” (Mira todos los papeles) “¿Y la fotocopia del recibo de sueldo?”
Yo: “No hice copia. Este lo imprimí de internet, así que te dejo este.”
EOS: “No. Necesito una copia.” (Y me extiende la hoja. ¿Me está tomando el pelo? ¿Cómo se llama esto que le estoy dando sino una COPIA?)
Yo: “Pero esto ES una copia.”
EOS: (Otra vez con entonación de ‘¿por qué la gente no entiende lo que le digo?’) “Necesito una FOTOcopia.” ( ¡Ah! ¡Esperá que agarro el celu y le saco una foto!)
Como su lenguaje corporal me dice que hasta que no lleve la FOTOcopia no voy a poder hacer nada, tomo la hoja, y vuelta a bajar los tres pisos, vuelta a la fotocopiadora, vuelta a subir… y, por supuesto, vuelta a esperar porque hay cola nuevamente. Finalmente:
Yo: “Acá está.”
EOS: “Ahora sí.” (Escribe en un formulario) “Le van a devolver $ XX (o sea, casi la mitad del gasto) en su cuenta. Esto lleva unos 3 meses.” (¡Ahhhh! ¡Bueno!)
Yo: “Gracias.” ( ¿Y qué le vas a decir? La pobre le pone toda la buena voluntad)


Empiezo a bajar la escalera pensando en aquel viejo sketch de Joe Rígoli y me siento satisfecha de haber ‘plantado el arbolito’ – aunque al muy bonsái HDP le lleve 3 meses crecer.

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