Diálogo con Mi Otro
Yo en el día del animal… y bué.
Estoy haciendo nada,
sí, NADA, cuando….
MOY: “¡Hola! ¡Feliz
día!”
Yo: “No me tomás
desprevenida. Estaba esperando que aparezcas con ese chiste trillado.”
MOY: “¿Qué chiste?”
Yo. “No voy a
participar de esta idiotez.”
MOY: “¿Eh? ¿Ahora la
ética ciudadana es una boludez para vos? ¿Qué pasó? ¿Intercambiamos roles?
Tengamos cuidado porque así no va a haber diván que nos contenga, ¿eh?”
Yo: “¿¡Pero qué
decís!?” (Cómo estaré de sorprendida que ni intento corregir su término
favorito)
MOY: “Hoy es el día
internacional de la Ética Ciudadana. ¿Qué? ¿No sabías?”
Yo: “Me estás
jodiendo.”
MOY: “Para nada. Se
instituyó en memoria de un Presidente de la República Dominicana que
aparentemente fue un político atípico. No choreó, siempre puso la patria por
delante de todo, y fue un gran demócrata.” (La verdad, me deja muda unos
segundos.) “Te jubilaste a tiempo, ¿eh? Mirá lo que te cuesta articular un
pensamiento.” (¡Pero qué HDP!)
Yo: (Reaccionando) “Pero
pedazo de tarada, eso debe ser en la República Dominicana.”
MOY: (Como resignada
a decir lo obvio) “Por supuesto. ¿No pensarás que vamos a tener un día para eso
en la República Argentina, no?”
Yo: “¡Y te salió el
cinismo! Pero la verdad, me sorprendés. Yo pensé que habías aparecido por lo
del día del animal.”
MOY: (Sonando
profundamente ofendida) “¿Me estás diciendo ‘animal’?”
Yo: “No. Lo que quise
dec_”
MOY: “Porque
si pretendés ofenderme con eso, al contrario.”
Yo: “Pero nó. Yo
pensé que_”
MOY: “¿Qué? Que iba a
aparecer para hacerte un chiste vulgar, de mal gusto – para los animales, por
supuesto – que_”
Yo: (Temiendo que su
presión me reviente alguna venita en el cerebro) “¡Pará! Lo único que yo_”
MOY: “¡Ya estás como los
que le gritan ‘animal’ a ‘un-barra-una boludo-barra-boluda’ al volante! ¡Si le
dieran autos a los monos manejarían mejor que muchos humanos!” (El tono agudo y
los decibeles de esta última oración me
hacen realmente temer por mi salud)
Yo: “¡Pero pará! Me
vas a romper los tímpanos.”
MOY: “¡A un perro,
pobre, sí se los rompería! Como cuando le dan y le dan a los fuegos
artificiales sin pensar en cómo dañan los oídos de los pobres perritos!”
(¡UY! Esta no va a
parar. Y va a lograr que me dé un ACV – algo que ni la docencia ni el pucho
lograron hasta ahora)
Yo: “Bueno. Bueno. Ya
está. No entendiste lo que quise decir.” (como hay un huequito de silencio,
sigo) “Lo que pasa es que es muy común que la gente haga ese chiste el día del
animal, y yo pensé_”
MOY: “¡Típico de un
humano!”
(Tan enojada está que
evito la eterna discusión sobre qué carajo es si no es ni humana ni animal)
Yo: (Con la suavidad
de una plumita flotando en el aire y decidida a bancarme la respuesta sin
replicar). “¿Qué es lo ‘típico de un humano’?”
MOY: Steinbeck lo
dijo: “De todos los animales de la
creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y HABLA
sin tener nada que decir”
Y, que quieren que
les diga, me la banco como una duquesa porque, queramos o nó, tiene razón.
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