domingo, 18 de enero de 2015

Diálogo con ‘vacacionante’ (sí, ya sé que la RAE tiene el verbo ‘vacacionar’, pero…. ¡¿quién cara… ncho dice ‘vacacionante’!?)

Tardecita de un día muuuy caluroso. Estoy por cerrar el portón cuando un auto de altísima gama frena y la ventanilla del conductor se baja y me baña un chorro helado  de un excelente aire acondicionado)

V: “Buenas tardes. Estoy buscando un local comercial (¿eh?) pero me parece que me perdí. Soy  vacacionante nueva por acá…” (Bueno, bueno, bueno. ‘vacacionante’, ¿eh?)
Yo: “¿Y qué negocio busca?”
V: “¡Ay! ¡Hace mucho  que no escuchaba la palabra ‘negocio’! Me encanta acá. Todos hablan tan distinto…” (Y, sí, querida, para empezar, ¡nadie usa la palabra ‘vacacionante’! Pero que la palabra ‘negocio’ te suene raro…. No puedo ubicar el acento que tiene – leve pero ahí está)
Yo: “¿De dónde es?”
V: “De Buenos Aires – pero no soy lo que acá llaman ‘porteño’ – para nada.” (Se ve que  alguien – o muchos – ya le hicieron sentir la opinión que se tiene de los porteños por estos lados)
Yo: “Ah. Pero no es originaria de Buenos Aires, ¿no?”
V: “¿Cómo se dio cuenta? ¡Si vivo en XX (ciudad al oeste de la capital) desde que tengo 2 años!” (Podés vivir donde quieras, pero el acento materno, paterno o de los abuelos siempre encuentra la forma de recordarte tus orígenes – eso si los querés recordar, claro.)
Yo: “No sé. Me pareció notar un pequeñísimo acento puntano”
V: “¡Qué oído! Sí. Mis padres eran de San Luis. Pero hace años que no voy por allá.” (Se queda pensando en algo y yo, satisfecha mi curiosidad, vuelvo al tema que la hizo frenar en mi portón.)
Yo: ¿Qué anda buscando?”
V: “¿Eh? Ah, sí. Un minimercado. Bah, no sé, porque algunos le dicen minimercado y otros almacén. Creo que es de un turco.”
Yo: “Armenio.”
V: “Bueno, sí. Armenio, turco, sirio, ruso, ¿vió? Son todo lo mismo.” (¡Ah, bué!  Que a vos no te importen tus orígenes no quiere decir que a los demás no les importen los suyos. Además, se ve que sabe los gentilicios pero no tiene idea de las diferencias)
Yo: “Le pueden parecer lo mismo, pero a ellos, no, ¿vió? Ja, ja” (¿Qué otra cosa puedo decir? ¡Para desasnarla necesito un mapamundi!)
V: “Ja, ja. Quizás tenga razón.” (Perdón que sea reiterativa, pero ¿quién dice ‘quizás’ en una conversación informal?)
Yo: “Está cerca. Lo que pasa es que debe haber tomado la diagonal y volvió para atrás” (Le doy las indicaciones necesarias y arranca después de agradecerme ‘profusamente’ – y bué, ¡la cosa es contagiosa!)


Cierro el portón y pienso que si le llega a decir ‘turco’ al armenio – e independientemente de  si el armenio ve el auto en el que anda – cosa que es segura – se le va a descomponer el ‘pohne’ (ver diálogos de vacaciones 2013/14) y la pobre ‘vacacionante’ va a sentir un ‘shock inflacionario’. Bueno, después de todo, parece que en la costa argentina tampoco aceptan las tarjetas de crédito o débito.

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