Diálogo con Mi Otro
Yo sobre el mundial y….
Estoy leyendo plácidamente
cuando sin anuncio previo ….
MOY: “¡Hola, hola! ¿Perdiendo
el tiempo?”
Yo: “PASANDO el
tiempo que es distinto. ¿No ves que estoy leyendo?”
MOY: “Bueno. Pará
porque tengo algo importante – es más, puede ser una contribución a eso del
‘pensamiento nacional’.” (¡Ay! ¡No!)
Yo: “¿Todavía
enganchada con eso? ¡Dejate de hinchar! Estoy en la parte más interesante del
tercer libro de Los Juegos del Hambre.”
MOY: (Cual topadora
destruyendo una casilla de madera balsa) “Nada puede ser más importante que
desentrañar el ser nacional – y aprovechando el mundial _”
Yo: “Pará. ¿Qué cuernos tiene que ver_”
MOY: “Estoy desarrollando un ensayo sobre cómo
se expresa el ser nacional en el fútbol.”
Yo: (Me pica la curiosidad aunque sé que lo
que viene seguramente es un delirio) “OK. Dale rápido que quiero seguir con el
libro.”
MOY: “Siempre tan incentivadora vos. Bueno,
mirá, haciendo un paralelo entre la selección de fútbol y el país_”
Yo: “¿Eh? Lo tuyo va de mal en peor. ¿Cómo vas
a comparar_” (Por supuesto interrumpe)
MOY: “Por ejemplo, me tienen podrida con lo de
‘las grandes individualidades’ que tenemos en el equipo. Y es cierto. Por
separado son genios. Pero como equipo no funcionan.”
Yo: (Creo que entiendo hacia dónde va). “¿Y
vos pensás que en el país es lo mismo?
MOY: “¿Te cayó la ficha? Es IGUAL. Siempre oís
que tenemos los mejores científicos, docentes, médicos, etc. etc. Entonces,
¿cómo es que no desarrollamos un carajo, los chicos no interpretan lo que leen
y los hospitales se caen de a pedazos?”
Yo: “Estás mezclando todo. No_” (Y ooootra vez
me interrumpe)
MOY: “O fíjate cómo nos quejamos de la
Justicia. Si fallan a favor son unos genios o unos idiotas a los que logramos
engañar, si fallan en contra son unos corruptos. Y mirá la propaganda oficial
donde dice ‘hasta Él necesitó una mano’ para ganar – o algo así.”
Yo: “¿Qué tiene que ver_” (¿Me dejará terminar
una frase hoy?)
MOY: “¿Pero sos ciega? Ah, sí. Me olvidada.
SOS ciega. Bueno, no importa. La cosa es que esa propaganda está validando la
trasgresión a una regla cuando eso debería ser penado, ¿no? Pero no, para nosotros
eso es una ‘picardía’. Ahora, si los ingleses nos hubiesen hecho un gol así
todavía estaríamos peleando el resultado en las Naciones Unidas.
Yo: “Bueno, en eso tal vez tengas razón. Pero
tampoco podés reducir la nación a_”
MOY: “Yo no reduzco nada. La ‘nación’ como vos
decís, se reduce sola. ¿Y viste? Antes de jugar con Suiza se pidió que
cambiaran al juez - ¿te suena eso en otro contexto más … cotidiano, digamos?”
Yo: (Viendo que puede seguir en esta vena por
un rato largo, trato de cortar tanta fluidez filosófica) “Lo tuyo es muy…
reduccionista. Simplificás algo que es muy complicado. Y_”
MOY: ¿Y esa boludez de dónde la sacaste?”
(¡Ah, bué!)
Yo: “Tardaste en usar tu palabrita preferida,
¿eh? El reduccionismo no es eso que vos decís, es_” (Y arrasa nuevamente con mi
intento de poner un bocadillo)
MOY: “Yo no ‘reduzco’ nada. Es más, tengo
muchos ejemplos. Fijate la hinchada argentina. En vez de alentar a nuestra
selección, le cantan boludeces a los ‘torcedores’ brasileros. ¿Tan inseguros
somos? Y dicho sea de paso, en cualquier momento los ‘torcedores’ les tuercen
el pescuezo.”
Yo: (La verdad, ya cansada de bancarme el
monólogo) “Bueno, ya está. ¿Y llegaste a alguna conclusión?”
MOY: “Hasta para vos debería ser claro: si
seguimos esperando un Messi o un ‘ángel’ Di María que nos salve…”
Y se va. Suspiro y retomo mi lectura. Y por su
culpa, no puedo evitar hacer un paralelo entre ‘el sinsajo’, la selección y mi
país. Ya me arruinó el día la muy HDP.
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