Diálogo con compañera
pasajera en colectivo de línea local.
Subo al cole _ o
mejor dicho, pongo un solo pie en el estribo _ y el cole arranca. Después de
lograr pasar la tarjeta entre brazos, cinturas, y espaldas varias, me corro
como puedo hacia atrás. Estoy por agarrarme de la barra cuando el cole frena de
golpe haciéndome retroceder varios pasos – pasos que obviamente di sobre diversos pies ajenos.
CP: “Agárrese porque
este animal viene frenando así desde el sur.” (Esto viene de una señora que
está sentada)
Yo: (Instalándome
entre dos corpulentos muchachos cosa de tener muros de contención a ambos
lados) “¿Y también viene arrancando como cuando subí?”
CP: “Por supuesto.
Una bestia. Ni mi marido maneja así, mire. Y a mí no me dan el carnet y éste
maneja un cole.”
Yo: (Me rio) “A lo
mejor es nuevo.”
CP: “¡Nuevo tiene el
cerebro! Se ve que no lo usa mucho. No se da cuenta que no lleva vacas acá sino
personas.” (Bueno, se ve que viene juntando bronca desde hace rato)
Yo: (Tratando de
evitar que la CP empiece a hablar a los gritos – porque ya está levantando la
voz varios decibeles – sólo meneo la cabeza) “Uhmmm”
CP: “¡Y lo que ganan
por tener el culo en el asiento y maltratar a la gente!” (Las últimas palabras
se pierden en el escandaloso chirrido de frenos y todos los pasajeros nos
afirmamos sobre una pierna para no volar hacia adelante.)
Yo: “La verdad que no
es delicado para las maniobras.” (Mis paredes de contención me miran y se
sonríen)
CP: “¡Es un tarado!”
(Me mira de tal manera que si no expreso acuerdo puede llegar a matarme, pero
sigo intentando que la calma prevalezca)
Yo: “Y, a veces
trabajan de más y el tránsito pone nervioso a cualquiera.”
CP: “¡Que se la
banque o no haga horas extras! Pero piensan en la plata no más. Total, que les
importa si bajamos llenos de moretones por los golpes. Me imagino ud. que es
puro hueso cómo debe quedar.” (Bueno, hora de seguir para atrás. Pero es
imposible moverme de donde estoy)
Yo: (Sonriendo muy a
mi pesar) “Cuando salga del centro no va a haber tanta frenada brusca, calculo”
CP. “Calcula mal. En
el sur no había casi tránsito y también nos revoleó para todos lados. Menos mal
que conseguí asiento rápido. Es un bruto.”
Mi pared de
contención izquierda se mueve para atrás y yo lo sigo.
Yo: “Hasta luego.”
CP: “¡Si vivimos para
contarlo! Este energúmeno nos puede matar a todos.”
Casi llegando al
fondo encuentro un huequito al lado de un señor bastante rellenito y me acomodo
ahí. Muro de contención contra arranque brusco localizado. Contra frenada
brusca sólo me queda aferrarme a la baranda y confiar en mi fuerza.
A pesar de estar
concentrada en mantener la vertical, no puedo evitar pensar en los múltiples
adjetivos que la CP utilizó para designar al colectivero…
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