viernes, 12 de diciembre de 2014

Diálogo con Mi Otro Yo

MOY: “HOOOOOLAAAAAA” (Me rompe los tímpanos desde dentro de mi cabeza)
Yo: “Hola. Tanto tiempo.”
MOY: “JUS-TA-MEN-TE. Hace siglos que no puedo hablar con vos. Tenés la cabeza taaaan vacía…”
Yo: “ ¡Y empezamos con una agresión! Además, vos no hablás conmigo – solo querés_” (Como de costumbre, me interrumpe)
MOY: “Quiero una charla – pero como te dije, vivís en una nube de pedo últimamente.”
Yo: “Bué. Si eso no es agresión… Además, aunque esté jubilada, estuve ocupada con_” (Ooootra vez me interrumpe)
MOY: “Sí, claro. Ocupada con el Pet Rescue y, cuando te trabás ahí porque no te da más la cabeza, seguís con cualquier otro jueguito boludo, yo no sé_” (Acá interrumpo yo)
Yo: “¿Tenés algo IMPORTANTE para decir o solamente apareciste para jo… eh… ‘jorobarme la paciencia?”
MOY: “¡Pero qué fina! No, tu paciencia se jodió por los 34 años de docencia no más-“ (¡Pero qué HDP!)
Yo: “Bueno, dale. De qué querés hablar?
MOY: “¿DE QUÉ? ¿Sabés todo lo que tengo atragantado? El cepo al dólar mientras se lavan dólares negros  con los cedines, el procesamiento del vicepresidente, el nuevo Código Penal, el nuevo Código de Procedimiento, los buitres de afuera, los buitres de adentro, el fallo del juez Griesa,  los ‘pases’ de políticos de un lado a otro, la_”
Yo: “¡Pará! ¡Pará! Seguís enganchada con la política? Te vas a enloquecer… y me vas a enloquecer a mí. ¡Dejate de joder!”
 MOY: “Loca siempre fuiste, así que no me culpés a mí…. aunque a veces ayudé un poquito. ¿En serio no te importa un carajo? Se ve que la jubilación, además de hacerte aumentar kilos, ¡te afectó el cerebro! ¡Menos mal que la parte donde yo estoy no sufrió daños!” (¡Ojalá te hubiese afectado! Imagen de MOY siendo devorada/o por partículas grasas)
Yo: “Mirá, pará con la agresión. Lo que te quiero del decir es que con ‘charlar’ no se soluciona nada. Lo que_” (Y sigue interrumpiendo)
MOY: “Eso ya lo sé. Pero de alguna manera hay que descargar las frustraciones, che. ¿O te olvidás cómo hablabas sola cuando corregías prácticos y exámenes?”  (No, ¡si es una HDP con todas las letras y más!)
Yo. “Bueno, ya descargaste un poco. ¿Ahora me podés dejar en paz?”
MOY: “Mirá, estás en paz hace casi un año. Tan en paz estabas todo este tiempo que pensé que habías estirado la pata.” (¡La boca se te haga a un lado!)
Yo: (Tratando de no dejarme llevar por la provocación) “Ojo, eh, porque si yo estiro la pata, vos desaparecés – y daría cualquier cosa porque eso sucediera, excepto ‘estirar la pata’ como vos decís.”
MOY: “Pero qué tranqui que estás. Bueno, volviendo a la política_”
Yo: “No pienso seguir con esta conversación. Pensá la política como ‘el arte de lo posible’ como se dice. Si la pensás así, no podés sorprenderte de nada, ¿no?”
MOY: “Veo que no tenés el más mínimo interés en sostener una conversación medianamente inteligente, así que por ahora te voy a dejar. Pero te aclaro, la política podrá ser ‘el arte de lo posible’, pero yo más bien creo lo mismo que Groucho Marx: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.”


Y se va. Pero no dudo que va a volver a la carga en algún momento. Tengo que ganarle de mano y ‘googlear’ varias citas sobre la política para calmarla un poco.

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