Diálogo con taxista
Paro un taxi frente a la
escuela. Después de tirar adentro el
maletín, el bolsito, y los libros, finalmente me dejo caer en el asiento. El
taxista se da vuelta y…
T: “Mire que esto no es transporte de carga,
¿eh?” Y se ríe.
Yo: (Después de darle la dirección de casa) “Sí.
Debe parecer que vendo cosas en vez de dar clases…”
T:
“Naaa. No estaría tan hecha pelota si vendiera cosas” (¡Ah Bué! Se me debe
notar el agotamiento … ¡o la edad!)
Yo: “Lo
suyo no debe ser fácil tampoco.” (Me río y abro el maletín para ir sacando el
monedero)
T: (Mirando
por el espejo retrovisor) ¿No la levanté el sábado pasado?” (Bueno, ché, ¡cuidando
las expresiones!) “Sí, seguro. Eran como las 5 y media de la mañana” (Va de mal
en peor el hombre)
Yo:
(Riéndome) “Menos mal que sí soy yo. ¡Mire si le dice eso a otra!”
T: Se
larga una carcajada. “Sí, tiene razón. Pero la reconocí por el ruido del
maletín. (Bueno, siempre supe que no soy
Angelina Jolie, pero ¡reconocerme por el ruido del maletín!)
Además,
¡ ya no estoy en edad de levantar otra cosa más que pasajeros!” (Bueno, Don, no
quería saber tanto)
Yo: (Evitando
el tema ‘levantada’) “¡Ah! ¿Ud. era el
que estaba resfriado?”
T:
“Sí. ¡Qué memoria!” (Y, si vos te acordás de mí por el ruido del maletín, ¡cómo no me voy a acordar de vos que me
tosiste y estornudaste todo el trayecto!) “Ando mucho mejor ya. ¿Y a Ud. cómo
le fue? ¿Cómo la trató el XX (nombre del colectivo que recorre la ruta 11 hacia
el norte Santafesino)? ¿No la dejó a pata? Porque mire que se rompen dos por
tres esos.”
Yo: “Sí,
eso me dijo cuando me llevó a la estación.” (Y no menciono que también habló de
accidentes los días de lluvia el muy HDP.) “No. Todo bien. Un poco de agua en
la ruta, pero bien.”
T: “¿Y
mañana va de vuelta? Porque ya podemos quedar para que la le_ (frena a tiempo) la
busque, si quiere.”
Yo: “No.
Voy cada 15 días no más.”
T: “Ah.
Lástima. Un sábado a esa hora llevo borrachos, no más.” (Bueno, me levanta la autoestima ser un poco mejor como pasajera
que un borracho.) “¡No va a creer las cosas que han hecho en el taxi! Mejor ni
le cuento.” (Sí, mejor, Don, ya estamos llegando y quiero poder cenar.)
Yo: “Ahí
en la _” No me deja terminar.
T: “Sí,
ya sé, en la esquina, sobre la izquierda.”
Le
pago, junto todos mis bártulos y cuando
estoy por bajar lo saludo:
Yo: “Bueno,
buenas noches y que le sea leve el resto del turno.”
T: “Buenas
noches, Sra. y si pide coche el otro sábado, seguro que la llevo yo. Y le puedo
contar un par de cosas más de esa empresa con la que viaja.”
Camino
los metros para llegar a la puerta de casa pensando seriamente en llamar otra
empresa de taxis el sábado que viene.
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