Diálogo con Joven
Celu-Dependiente
Subo al cole en el centro y
me siento al lado una chica de unos veintitantos, quien usando solo los
pulgares, recorre lugares de su celular a una velocidad que me deja con la boca
abierta. De pronto…
JCD: “Disculpe, Sra. ¿Este
cole me deja en General Paz y Delgado?”
Yo: “Si. Más o menos por
General Paz al 5000.”
JCD: (Sin levantar los ojos
que ya volvieron al celular) “Eh… ¿Qué 5000?”
Yo: “Lo que quiero decir es
que Agustín Delgado es perpendicular a General Paz a la altura 5000 más o
menos.” (No termino de decir ‘perpendicular’ y veo que sigue sin entender, pero
por lo menos levanta la vista)
JCD: “¡Ah! ¿Corre así?” (Y con la mano señala sur-norte)
Yo: “No, no. General Paz
corre de norte a sur. Agustín Delgado corre de este a oeste.” (Y por las dudas,
aunque sintiéndome una estúpida, acompaño la explicación con el movimiento de
mano correspondiente)
JCD: “¡Ah! Es que nunca
entiendo eso del norte, sur, este y oeste, ¿vió?” (¿No sabrá la frase ‘puntos
cardinales’?) “Capaz me pierdo.”
Yo: “Pedile al chofer que te
avise.” (Y no puedo evitar entonación de ‘es obvio, ¿no?’)
JCD: (Con la vista nuevamente
en la pantalla del celu que parece tener vida propia) “No. No. Va a pensar que
soy una idiota.” (Bué, para mí, ¡idiota sos si te arriesgás a bajar en
cualquier lado por no preguntar!) “¿Ud. no se baja por ahí cerca?”
Yo: (¡Ah, no! Ni te pienso
decir que me bajo dos cuadras más delante de donde vos vas. ¡A ver si
reaccionás, che!) “No. Pero… eh … disculpame,
¿por qué, ya que tenés el celu ahí, no buscás en el mapa de la ciudad?”
JCD: “Eh… ¡no se me había
ocurrido!” (¡Ay! ¡Y yo que me enojaba con los alumnos cuando me preguntaban un
significado aunque tenían el celular sobre el banco y ni se les ocurría usarlo
para eso!)
La dejo tranquila mientras
mueve los pulgares furiosamente sobre el celular.
JCD: “Ya está. Acá la
encontré.” (Casi, casi, me sale un ‘¡Pero qué bien!’ Pero solo sonrío y ella
vuelve a la música, las fotos, el Facebook, los mails… Salta de una cosa a otra
de tal manera que dejo de mirar porque me marea)
Yo: (Viendo que el cole ya
toma General Paz y la JCD sigue sin mirar por dónde anda) “Eh…ya estamos en
General Paz.”
Asiente, pero sus ojos – y oídos
– siguen en el celu. Me prometo a mí misma no avisarle que se tiene que bajar –
por salame, pero a dos cuadras de Agustín Delgado…
Yo: “Me parece que estamos
llegando a donde te tenés que bajar.” Pero no me escucha – y por la manera en
que sacude la cabeza, está tan metida en el video clip que está viendo que no
me va a escuchar aunque le grite, así que le toco el brazo, me levanto para
darle paso, y le señalo la puerta.
JCD: (Levantándose como un
rayo) “¿Acá? ¿Ya?” (Y pasa, hecha una exhalación, hacia el fondo para bajarse)
No quiero ni mirar para
dónde va – y solo espero que tenga dos neuronas libres que le digan que no
puede cruzar la avenida concentrada en el celular…
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