Diálogo con Vecina (la de la quinta)
Diluvia en El Leyes, así que decido cambiar el
foco del farol de la cochera. Creo que con esta lluvia no corro riesgo que la
vecina aparezca ….. ¡Eeeeeeerror!
V: (Pasando por el portón cual rayo) “¡Hola!
Permiso.” (¡Ya estás adentro!)
Yo: (Girando en la
escalera sin bajar ni un escalón) “Hola. ¿La agarró el agua camino al kiosco?”
(Siempre que llueve y aparece usa la misma excusa – aunque el kiosco queda para
el otro lado.)
V: “No, no. ¡Pero
qué otra cosa se puede hacer con esta aguacero más que charlar con alguien?” (¡Ah,
bueno! ¡Y yo saqué el premio mayor por estar cerca y a la vista!) “Y… yo tengo
cosas para hacer – como esto.” (Señalo el farol)
V: “Y lo va a tener
que limpiar también. Mire la mugre que tiene.” (¡Pero y LPM! ¿No querés
limpiarlo vos?)
Yo: “Y… sí. Se junta
suciedad cuando uno no viene seguido.”
V: “Y también se
juntan novedades. ¿Sabe que ……….?” (Acá larga la catarata de ‘novedades’ mientras
yo procedo a pasar un trapito por el farol deseando que más de una telaraña
aterrice en su cabeza) “¡¿Qué me dice?!” (Entonación que implica ‘¡decime si no
son noticiones!)
Yo: “Veo que pasó
de todo este tiempo” (¡Qué quieren que diga!)
V: “Hablando de
otra cosa – (¿más novedades? ¡Ay!) ayer a la noche – tarde – ví que paró una
camioneta en su portón ….” (Ni pienso completar los puntos suspensivos – ganate la info)
Yo: (Aparentemente
concentrada en la limpieza del farol) “Aja.”
V: “Y se bajaron
dos muchachos con un bulto. No vi bien porque Ud. no tenía prendida la luz de
la cochera.” (¿¿¿¿¿Por qué creés que estoy cambiando el foco?????)
Yo: “¿Un bulto?
(Casi, casi, le digo que si eran dos muchachos ¡deberían haber sido dos bultos!
Pero me freno a tiempo)
V: “Sí. Y como
siempre su primo sabe pasar a saludarla, pensé que era él - pero esta era una
camioneta…” (¡Y dale con los puntos suspensivos!)
Yo: “No. Mi primo
no cambió el auto.” (Es este momento logro quitar una telaraña que parece nido
de loro, y lo tiro en dirección de la vecina.) “¡Ay! ¡Perdón!” (Y giro para
darme el gusto de verla quitarse la telaraña del coco – pero a ésta le podés
tirar con una yarará que seguro se la enrosca en el cuello y sigue procurando
información)
V: “Entonces no era
su primo.” (No es una pregunta – es una afirmación. Paradójico que cuando esto
sucede uno se ve impelido a dar una respuesta.)
Yo: (Bajando de la
escalera con la parte de vidrio del farol en la mano) “No. Era el gas. Se me
acabó el tubo ayer.”
V: (Con clara desilusión
en la cara) “¡Ah! ¿Y tan tarde se lo trajeron? Porque el que me lo trae a mí
reparte hasta las siete no más” (Sí, y seguro te lo trae siete menos cinco
para no tener que soportarte más de lo necesario)
Yo: “Si quiere le
doy el número de los muchachos. Y ahora tengo que ir a lavar esto….” (A ver si
te das cuenta que me voy adentro)
V: “Bueno, después
se lo pido. Vaya no más – limpiar eso le va a llevar toda la mañana. (Ésta no
aprende, che.)
Yo: “Capaz que sí.
Bueno, la dejo.”
V: “Yo tengo que ir
a ver qué cocino. Después seguimos charlando.” (Con estas palabras – que hace
que suenen como que ella terminó la conversación – parte bajo la lluvia)
Yo entro y pienso
que no sé si es buena idea cambiar el foco después de todo…..
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