jueves, 5 de junio de 2014

Diálogo con Mi Otro Yo sobre pensamientos y 'el pensamiento'.

MOY: “Hola. ¿Estás pensando?”
Yo: “¿Eh? ¿Qué estoy pensando?”
MOY: “No, no. Te pregunto si estás pensando. ¿Se te sumó la sordera a la ceguera?”
Yo: “Mirá, no tengo ganas de pelear hoy. Sabés perfectamente que estoy pensando – si no, no
hubieses aparecido, ¿no?”
MOY: “Te pregunto porque viste que ahora podrías usar todos esos pensamientos en la ‘usina’ de pensamiento que_” (La interrumpo porque ya sé a dónde va y hago caso omiso de las comillas en la palabra ‘usina’)
Yo: “Dejate de joder. Ni sabés de qué se trata y ya estás criticando.”
MOY: “¿No me vas a decir que estás de acuerdo con esta boludez, no?”
Yo: “¡Y salió tu palabrita preferida! ¿Qué tiene de malo promocionar una línea de pensamiento? ¿O una ‘matriz’ de pensamiento, como le dicen? Después de todo, estudiamos el pensamiento de los europeos, asiáticos, etc.”
MOY: “Casi me dejás muda. (¡Ojalá!) ¿La vejez te volvió conciliadora?” (¡Pero qué HDP!)
Yo: “¿Qué tiene que ver ser conciliadora con pensar que se deben conocer todos los tipos de pensamiento?”
MOY: “Entonces quiere decir que yo, por ejemplo, puedo ir a esas ‘usinas’ (¡Y dale con las comillas!)  y decir lo que pienso?”
Yo: “No, pedazo de bruta. Esto tiene que ver con los Pensadores con mayúscula. Gente que se dedica a filosofar, escribir ensayos, etc.”
MOY: “¡Ah! O sea, lo que pensamos la gente común no cuenta?” (Bué, ya se caracterizó como ‘gente’ – la estoy domando un poco) “Pero entonces, ¿por qué se llama ‘pensamiento nacional’? ¿Hay otros pensamientos provinciales, internacionales, galácticos_”
Yo: “Hoy tenés ganas de joder en serio, ¿no? Pensá con lógica, es_”
MOY: “¿La ciencia formal o la lógica de todos los días?” (¡Pero si será desgraciada!)
Yo: “La que quieras. (Y sigo antes que me interrumpa) Si estudiamos a los pensadores de otros lados, por qué no promover los pensadores argentinos?”
MOY: “¿Vos estudiaste en la universidad nacional de Lanús?”
Yo: (Totalmente sorprendida) “¿Qué? ¿Qué tiene que ver?”
MOY: “Bueno, ahí hay un seminario OBLIGATORIO sobre pensamiento nacional y latinoamericano – o sea, lo tenés que cursar y aprobar si te querés recibir.”
Yo: (Recuperándome lentamente) “Bueno, eh… en otras universidades hay seminarios  sobre todo tipo de cosa y también son requisito para graduarse. Insisto. ¿Qué tiene de malo?”
MOY: “Vos mencionaste la lógica, ¿no? Si mal no recuerdo de lo que estudiamos, la lógica estudia los principios de la demostración y la inferencia válida. Yo uso esa lógica.”
Yo: “No entiendo nada.”
MOY: “¡Ay! Y se te suma el declive intelectual también.” (¡Uno de estos días me reviento el parietal derecho contra la pared a ver si desaparece!) Se crea una secretaría de pensamiento nacional, ¿no? Y por supuesto, no se define qué carajo es el pensamiento nacional. Ahora, poné eso en el contexto del gobierno que tenemos – no podés hacer una inferencia sin el contexto donde algo ocurre, ¿no? – ahora realizá la inferencia de a qué quieren llegar con esto.”
Yo: (Regulando como motor que está frío) “¿Tenés una teoría conspirativa? ¿Vos creés que esto está pensado para manipular e indoctrinar? ¡Pero mirá que sos malpensada!”
MOY: “Y, mirá, hay un dicho popular muy lógico que lo resume: “en boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso”


Y se va, como de costumbre sin despedirse la muy maleducada. Y yo sigo regulando….

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