Diálogo
con Mi Otro Yo a minutos de haberme reventado la frente contra el respaldo de
una silla de algarrobo.
Estoy
tratando de parar el sangrado con una gasa y al mismo tiempo limpiar el piso
con un trapo cuando….
MOY:
“Hola. Hola. ¿Qué estás haciendo?”
Yo: (Con
sarcasmo y enojo más que claro en la voz) “ ¡Estoy haciendo una pintura
abstracta en el piso con mi propia sangre!” ¿Qué te parece que hago, tarada?!”
MOY: (Sin
inmutarse) “Y qué sé yo. Pensé que estabas tratando de abrirte el famoso
‘tercer ojo’. Como el derecho ya no va más…”
No
contesto pero empiezo a temblar de furia – o puede ser el shock del golpe.
MOY:
“Parece que el golpe también te afectó el habla. ¡Qué cagada! ¿Y ahora cómo
vamos a charlar?”
Yo:
(Respirando profundo) “ ¡Si por lo menos el golpazo hubiese afectado el área
del cerebro donde vos residís!”
MOY:
“Olvidate. Yo siempre voy a estar. Cambiando de tema, ¿qué te hizo la pobre
silla para que le dieras semejante frentazo? ¿O fue de boluda no más?”
Yo: “ ¡Y
tenía que aparecer tu término preferido!”
MOY: “No
podés negar que fue una boludez. O capaz
es tu ceguera. O a lo mejor estás como los adolescentes cuando empiezan a
cambiar el cuerpo y se vuelven torpes _ Naaa, eso no puede ser. También a las
embarazadas les pasa, ¿no? Cuando crece la panza es como que se chocan todo.
Er…. Naaaa. Tampoco puede ser eso _ sería un milagro médico.”
Yo:
(todavía agachada limpiando el piso y algo mareada) “¡Te podés ir a la M…!”
MOY:
“Uhm… y hay que agregarle irritabilidad. Sí, ya está. El diagnóstico es vejez
combinada con docencia _ estás al horno.”
Me niego
a responder, pero eso nunca detuvo a MOY.
MOY: “Al
final, trato de darte una mano y me contestás con silencio. No hubiese
aparecido si el ‘PUM’ del golpe no me hubiera despertado. Así que mostrá un
poco de buena educación y contestá.”
¡No te lo
puedo creer! Es una reverenda HDP!
Yo: “¿No
te das cuenta que lo menos que quiero en este momento es tener que escuchar las
idioteces que decís?”
MOY:
“Bueno. Está bien. Pero me voy con un dicho: ‘Al diamante los golpes le dan
forma y valor; a un terrón lo desmoronan’. Tu caso es como el del diamante – ya
le dio forma a tu frente y es más, parecés un unicornio.
¡Pero que
HDP! ¡Una HD remil P!
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