martes, 30 de julio de 2013

Diálogo con inspector de tránsito.
(Y sí, alguna vez tenía que pasar)

Estoy volviendo a casa en el auto cuando me sorprende ‘el ocaso’ – por si no lo saben, no tengo permitido manejar de noche por mi ojo derecho, calificado como ‘vago’… en fin). Consciente de que si oscurece rápido voy a estar en infracción, hago la típica – tomo una ruta alternativa y evito las avenidas donde  puede haber controles, pero al desembocar en la calle que me llevaría derecho a casa me encuentro con un control municipal y empiezo a transpirar)

IM: “Buenas tardes” (Bueno, ‘la tarde’ ¡no va a durar mucho!)
Yo: “Buenas tardes” Me inclino hacia la derecha y empiezo a sacar documentación de la guantera.
IM: “Qué frío hoy, ¿eh?” Su voz suena totalmente tomada por un resfrío.
Yo: (Todavía sacando papeles de la guantera) “ ¡Pero mire cómo está. No tendría que estar en este frío!”
IM: “Y, que se le va a hacer. Horas extras, ¿vio?”
Yo: (Ya con los papeles en la mano y transpirando como si la calefacción del auto estuviese al máximo) “Pero se va a gastar todo lo que gane hoy en remedios. ¿Qué necesita que le muestre?” ( ¡Hay que ser caradura!)
IM: (Sin contestarme la pregunta) “Probé de todo. Té con limón y miel, algunos remedios, y nada.”
Yo: (Viendo que la poca luz que había va desapareciendo) “Mi abuela decía que la gripe se cura con remedios en siete días y guardando cama en una semana.”
IM:  Se ríe. “¡Mi mamá decía lo mismo!” (Los dos autos delante de mí ya están arrancando)
Yo: (Extendiéndole los papeles entre los cuales puse mi carnet – sí, medio escondido, lo admito) “Acá tiene”
IM: (Toma los papeles y pienso: ‘bueno, ya está. Multa en puerta’). Estornuda y empieza a toser de tal manera que se le caen los documentos de la mano. Los junta uno por uno y me los da. “Tome señora, y siga no más.”
Yo: “Muchas gracias, y cuídese.” Manoteo los papeles y los pongo en el asiento del pasajero. Estoy por arrancar cuando escucho:
IM: “ ¡Espere, señora. Su carnet!” (¡LPMQLP! ¡¿ Justo el carnet tenía que quedar en el suelo!?)
“Perdóneme, casi si va sin carnet. ¡Mire si la paran por ahí!” (Se ríe y tiene otra acceso de tos)
Yo: “Muchas gracias. Y que le sea leve”


Y ahora sí arranco. Levanto la ventanilla y pienso que la próxima vez voy a chequear  a qué hora es la puesta de sol antes de salir de casa en auto por la tarde.

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