domingo, 8 de noviembre de 2020

 Diálogo con …eee… aprendiz de profesor de inglés.

 

Llego a la verdulería de mi barrio  y tomo mi lugar en la cola a unos 2 metros detrás de un joven de unos 20 años. El susodicho gira, me mira, primero a la cara y después fija la vista en …eee… el frente de mi remera. O tiene un complejo de Edipo importante o algo le llamó la atención…

 

API: “¿Sabe lo que dice la remera?” (¿Así no más, sin saludo querido?) Pero al menos me alegro que lo que le haya llamado la atención sea mi remera). Como veo que la cola va lerda, decido mantener una conversación que dure hasta que me toque el turno.

Yo: “No, la verdad que no”. (Omito decir que es la misma respuesta que alguna vez le di a una profesora que me preguntó lo mismo cuando fui a clases con una remera que rezaba ‘Every day I add a name to the list of people who piss me off’. En criollo, ‘todos los días agrego un nombre a la lista de la gente que me rompe las … eee… la paciencia’. Mi profe, dicho sea de paso, solo se sonrió y meneó la cabeza – traducción: ‘no creo que no sepas’).

A diferencia de mi profe, el API se sonríe con aire de superioridad.  Que se sonríe lo deduzco del ‘achinamiento’ de los ojos que asoman por encima del barbijo, y el aire de superioridad por la forma en que se para – más erguido y tirando los hombros ligeramente hacia atrás. El lenguaje corporal, a diferencia del verbal, es más claro que el agua clara.

API: “‘Chicas a bordo’. Ja ja”.

Yo: “¡Ah!”

API: “Hay que tener  cuidado cuando uno compra cosas con estampas en inglés. Yo hace años que estudio inglés – quiero ser profesor (¡Pobre, mi vida!  Todavía no se recibió y ya comete el mayor error que muchos cometemos cuando recién empezamos a enseñar – creer que lo sabemos todo – lo que nos hace entrar en pánico al NO tener respuesta para todo).

Yo: “Pero no entiendo. ¿Qué quiere decir realmente. O sea, a qué se refiere esto de ‘chicas abordo’”?

API: “¿Cómo a qué se refiere?” ( Pierde un poco el aire de suficiencia. Y, aunque no lo sabe, está a punto de  aprender que el diálogo profe-alumno casi nunca termina con tu primera respuesta). “A eso. Chicas en un barco”. (Bueno, ahora ya piensa que ni castellano sé).

Yo: (Con mi famosa cara de póker) “Sí, sí. Lo que no veo es por qué poner eso en una remera.  O sea, ¿la persona que la usa  vendría a ser un barco? ¿Y qué serían ‘las chicas’?”

Acto seguido soy testigo del maravilloso proceso mental que termina con el famoso ‘le cayó la ficha’.

API: (Algo colorado ante la revelación que la estampa puede tener un significado metafórico algo inapropiado) “No, no. Es una expresión no más …. creo. ¡Lo voy a tener que googlear ahora!”. (Entonación de frustración).

Yo: “Bueno, yo también lo voy a googlear, jaja. Y la próxima vez que me compre una remera me voy a acordar de vos”. (Ya le toca su turno, así que decido terminar con el muchas veces ignorado ‘refuerzo positivo’). “Me parece que vas a ser un muy buen profe”.

API: “¿Me está cargando?”

Yo: “Para nada. Mi abuela siempre decía que nadie puede saber todo, pero el que más sabe es el que siempre está aprendiendo”.

API: “Una genia la nona, ¿no?”.

Yo: Me sonrío a modo de respuesta. “Te toca”.

 

Mientras lo miro hacer su compra pienso que de verdad va a ser un buen profe de inglés.

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