miércoles, 4 de mayo de 2016

Diálogo con Jubilada Gestora

Me siento a esperar mi turno en dependencia pública. Tengo por lo menos una hora de espera, así que me acomodo como puedo con todos los papeles que tengo en la mano, rogando que no me falte nada para el trámite.

JG: “Buen día. Parece que vamos a estar un rato acá, ¿no?” (Esto viene de una señora  de unos 70 y tantos que está sentada a mi lado)
Yo: “Y, sí.”
JG: “(Señalando la parva de papeles en mi falda) Por lo que trae, va a estar un rato más después que la atiendan.”
Yo: “Y, sí. Y espero poder ‘plantar el arbolito’” (Uso la referencia con toda tranquilidad porque dado la edad de la Sra., seguro vio el sketch de Joe Rígoli)
JG: “Ja. Ja. Tal cual. Pero se va a perder toda la mañana acá. ¿Por qué no usa un gestor? O, mejor, una gestora.” Y me pasa una tarjetita escrita a mano – con escritura elegante y  totalmente legible, adquirida seguramente en escuela pública de principios de siglo pasado - donde figura su nombre y teléfono bajo el encabezamiento ‘GESTORA’.
Yo: (Tratando que no se me note la sorpresa) “¿Es gestora?” (Se ve que se me notó igual)
JG: “Ja, ja. Todo el mundo pone esa cara. Cuando me jubilé, la familia me empezó a pedir que les pague esto, haga este trámite, les lleve papeles acá y allá…. ¿Vio que la gente cree que porque uno está jubilado necesita ocuparse en algo? Bueno, creyeron que con eso me hacían un favor. Y la verdad que sí. Ahora de eso vivo.”
Yo: (Cada vez más sorprendida) “¡Ah!”
JG: “Con lo que le cobro a la familia y los demás clientes, más la jubilación, vivo bien y no tengo que pedirle ayuda a mis hijos, ¿vio?” (Bueno, es una manera de verlo. No les pide ayuda a los hijos porque en realidad ella les cobra por SU ayuda. ¡Una genia!)
Yo: “¿Y cuánto saldría, por ejemplo, si me hiciera este trámite?”
JG: “Y, yo cobro por el tiempo que me llevaría y la cara del cliente, ja ja” (¡Ah, bueno!) Mira los papeles que tengo. “Y, mire, tendría que cobrarle solo el tiempo de espera acá, porque tiene todo lo que necesita. Ja ja” (Bueno, ¡Espero que sea cierto!)
Yo: “¿Y por ‘la cara del cliente? Ja, ja.”
JG: (Mirándome de arriba abajo) “Hmmm.  Seguro es jubilada… papeles de una asociación civil sin fines de lucro … ¡tendría que trabajarle gratis, jaja. No me conviene, ja ja.” (Bueno, elijo entender que es por lo de ‘asociación civil sin fines de lucro’ más que ‘por la cara del cliente’)
Yo: (Riéndome) “¿Y no se cansa de andar todo el día?”
JG: “No. Los ‘chicos’ de …(acá nombra numerosas reparticiones públicas) ya me conocen y saben que voy por gestorías. Pero si estoy cansada, cuando llaman mi número, les hago señas y  dejo pasar el turno para aprovechar el asiento  y le darle respiro a los pies. Cuando estoy lista me levanto y ahí me atienden.”  (Insisto, ¡es una genia!)

En ese momento llaman su número y, aparentemente habiendo pasado el tiempo de su ‘descanso’, se levanta y coloca una pila de carpetas sobre el escritorio de un Sr. que la saluda como si fuesen amigos de toda la vida.  Cuando termina sus trámites (y sí, plural) me saluda con la mano y me desea suerte.

Yo sigo esperando mi turno y pienso en el refrán “El que espera, desespera”. Creo que la JG cambiaría el dicho por “El que espera, su tiempo remunera”

martes, 3 de mayo de 2016

Diálogo con Joven Celu-Dependiente
Subo al cole en el centro y me siento al lado una chica de unos veintitantos, quien usando solo los pulgares, recorre lugares de su celular a una velocidad que me deja con la boca abierta. De pronto…

JCD: “Disculpe, Sra. ¿Este cole me deja en General Paz y Delgado?”
Yo: “Si. Más o menos por General Paz al 5000.”
JCD: (Sin levantar los ojos que ya volvieron al celular) “Eh… ¿Qué 5000?”
Yo: “Lo que quiero decir es que Agustín Delgado es perpendicular a General Paz a la altura 5000 más o menos.” (No termino de decir ‘perpendicular’ y veo que sigue sin entender, pero por lo menos levanta la vista)
JCD: “¡Ah!  ¿Corre así?” (Y con la mano señala sur-norte)
Yo: “No, no. General Paz corre de norte a sur. Agustín Delgado corre de este a oeste.” (Y por las dudas, aunque sintiéndome una estúpida, acompaño la explicación con el movimiento de mano correspondiente)
JCD: “¡Ah! Es que nunca entiendo eso del norte, sur, este y oeste, ¿vió?” (¿No sabrá la frase ‘puntos cardinales’?) “Capaz me pierdo.”
Yo: “Pedile al chofer que te avise.” (Y no puedo evitar entonación de ‘es obvio, ¿no?’)
JCD: (Con la vista nuevamente en la pantalla del celu que parece tener vida propia) “No. No. Va a pensar que soy una idiota.” (Bué, para mí, ¡idiota sos si te arriesgás a bajar en cualquier lado por no preguntar!) “¿Ud. no se baja por ahí cerca?”
Yo: (¡Ah, no! Ni te pienso decir que me bajo dos cuadras más delante de donde vos vas. ¡A ver si reaccionás, che!)  “No. Pero… eh … disculpame, ¿por qué, ya que tenés el celu ahí, no buscás en el mapa de la ciudad?”
JCD: “Eh… ¡no se me había ocurrido!” (¡Ay! ¡Y yo que me enojaba con los alumnos cuando me preguntaban un significado aunque tenían el celular sobre el banco y ni se les ocurría usarlo para eso!)
La dejo tranquila mientras mueve los pulgares furiosamente sobre el celular.
JCD: “Ya está. Acá la encontré.” (Casi, casi, me sale un ‘¡Pero qué bien!’ Pero solo sonrío y ella vuelve a la música, las fotos, el Facebook, los mails… Salta de una cosa a otra de tal manera que dejo de mirar porque me marea)
Yo: (Viendo que el cole ya toma General Paz y la JCD sigue sin mirar por dónde anda) “Eh…ya estamos en General Paz.”
Asiente, pero sus ojos – y oídos – siguen en el celu. Me prometo a mí misma no avisarle que se tiene que bajar – por salame, pero a dos cuadras de Agustín Delgado…
Yo: “Me parece que estamos llegando a donde te tenés que bajar.” Pero no me escucha – y por la manera en que sacude la cabeza, está tan metida en el video clip que está viendo que no me va a escuchar aunque le grite, así que le toco el brazo, me levanto para darle paso, y le señalo la puerta.
JCD: (Levantándose como un rayo) “¿Acá? ¿Ya?” (Y pasa, hecha una exhalación, hacia el fondo para bajarse)

No quiero ni mirar para dónde va – y solo espero que tenga dos neuronas libres que le digan que no puede cruzar la avenida concentrada en el celular…