Diálogo con
vecina (de la quinta)
Salgo a la
noche del Leyes munida de una bolsita donde llevo una botella de cerveza –
indispensable para la cena … o lo que sea, bah.
Mi cuadra es realmente una boca de lobo – ¡se ve que la EPE se olvidó
que acá también vive gente! Por supuesto, entre la ‘visión monocular’ que me
caracteriza, la arena suelta, las ojotas y la oscuridad, ya camino como si me
hubiese tomado la cerveza antes de salir. De repente percibo una silueta que
viene a mi encuentro y, debo reconocer, me asusté más de descubrir quién era
que cuando ignoraba su identidad.
V: “¡Hola!
¿Va al kiosco? Porque vengo de allá y solo les queda Santa Fe”. (¡Pero y la PM!)
Yo: “¡No
sabía que era psíquica! Ja Ja”.
V: “¿Lo qué?”
Yo: “Que
adivinó a dónde voy”.
V: “¡Ah! ¡Y
también a qué va! Ja ja”. (Bueno, hay que reconocerle que tiene una facilidad
especial para deducir significados…. y conductas). “No tuvimos tiempo de charlar
desde que llegó. ¡No sabe todo lo que pasó!” (¡Ay, nooo! Pienso en cómo zafar
de esto, pero no se me ocurre nada) “Pero, claro, estuvo ocupada con los
albañiles, y eso”.
Yo: (Admito
que soy incapaz de deducir a qué se refiere ‘eso’) “Sí, sí. Y sigo camino
porque si no van a cerrar”. (Cada vez soy menos imaginativa para inventar
excusas)
V: “¡Pero no, mujer!¡ Si esos están hasta que las
velas no ardan! Con lo que venden…”
Yo: (Como
siempre su entonación deja por lo menos dos opciones de significado – en este
caso, ‘con la CANTIDAD de cosas que venden’, y ‘con las COSAS que venden’. Opto
por la primera). “Sí, tienen de todo. Bueno, ya charlaremos. Sigo porque se va
a hacer más de noche todavía.”
V: “Claro,
claro. Y Ud. que no ve nada … ¡no se vaya a caer! (¡Y la PMQTP! ¡Vos te tendrías
que caer y romperte la mandíbula así no hablás por un par de semanas!)
Yo: “¿Las
cervezas que lleva son para su marido, no? Porque van a llegar calientes. Ja ja”.
(Si esto no
la hace salir corriendo, estoy perdiendo el ‘toque’ para detectar qué incentivo
se puede usar para generar ciertas conductas en la gente)
V: “¡Ay, sí!
Me va a cagar a pedo si llegan calientes! (Bueno, ¡yo haría lo mismo!) “Bueno,
nos estamos viendo así le paso las novedades”. (No me agarrás para eso aunque
tenga que disfrazarme de albañil y hacer mezcla, mirá.)
Yo: “Ya voy
a tener que cortar el césped del frente. Ahí seguro nos vemos”. (Entonación de
entusiasmo que no siento para nada).
V: “Sí, sí.
Y lo va a tener que cortar mañana porque dicen que pasado llueve. Y ya está
alto”. (Yo digo, ahora que Agustín Rossi
volvió a ser parte del gobierno, ¿no podría encontrar el misil que se le perdió
y tirárselo justo en la cabeza?)
Yo: “Bueno,
no la entretengo más. No quiero que su marido me culpe por la cerveza caliente.
Ja ja.”
V: (Dándome
la espalda rápidamente, pero, por supuesto, girando la cabeza sobre su hombro para
quedarse con la última palabra) “Yo siempre le digo que a Ud. le gusta charlar,
así que ya tengo excusa para la demora. Ja
ja”.
No contesto
, y acelero el paso pensando que debería haber traído dos o más botellas de
cerveza…